Son las ocho de la mañana y nos dirigimos al trabajo. Aquí tenéis parte del recorrido que hago a diario. Es un vídeo que he colgado en youtube para poder pegarlo en el blog. De no muy buena calidad pero bastante ilustrativo, que diría mi profesor de lenguaje de quinto de EGB en tono serio. Por circunstancias que no vienen al caso mi moto estaba "perezosa" esa mañana y un amigo-compañero-vecino me ofrece llevarme en la suya. Recomiendo abrir el vídeo a pantalla completa para un mejor "disfrute" y a ver si aguantáis los diez minutos (si se ve en el blog éste se come una parte a la derecha del vídeo). La verdad es que es bastante real tal y cómo ha quedado. Milagrosamente no se oye ningún insulto, por nuestra parte al menos. Uno de los tramos que aparecen es donde rodaron los de callejeros una parte de su programa sobre Hanoi.
Salen cruces de calles que parecen un billete de lotería, rectas con líneas titubeantes y baches decorativos ad hoc, callejones con tendencia a convertirse en laberinto, colegiales en bicicleta, una carga de la brigada ligera "motera" en una acera (perdón por las rimas), un lago en obras, señoras en pijama saliendo de su casa a punto de ser atropelladas, autobuses que vacilan por un momento a quién embestir, algún que otro kamikaze despistado, conductores disléxicos que no entienden los semáforos y muchas-muchas-muchas motos.
Espero que reconozcáis algunos de los pitidos que enumeré en un post anterior. Aquí en concreto salen al menos tres: el adolescente, el simplemente ruidoso y el musical (éste se reconoce en la parte final del vídeo). Voy a añadir uno a la lista, el pitido eco. Consiste en repetir sin venir a cuento un pitido lejano (éste último preferentemente justificado) en su mismo tono y duración, con el único propósito de añadir algo de confusión, si esto es posible, al tráfico y al interfecto que emitió el primero. Es importante que no haya ninguna relación entre el primero y el segundo y una distancia razonable entre ambas "motillos". Debo confesar que esta modalidad, aunque extraña para el hanoiano medio, es una de las que más me gusta y que practico de vez en cuando (hay que liberar tensiones y añadir algo de humor faeminiano al ambiente). Aunque ya sé que algunos me diréis que no se diferencia mucho del pitido absurdo. Y seguramente tenéis razón.
6 comments:
Dice Mar que qué agobio. Que mejor que pongas algo de barquitos por la bahía.
Yo me quedo con Nanni Moretti paseando en moto por la playa de Ostia con el concierto de Colonia de Keith Jarret. Aquello era poesía (por cierto que tu entrada anterior tambien lo era), esto es una metáfora visual de la esquizofrenia.
Madre mía, si parece una secuela oriental de Mad Max.
Los que dan el intermitente ¿para qué lo hacen? ¿para cachondearse?
Un abrazo
(Chema)
Vale, pronto otro de barquitos. Tu comentario me lleva a Caro Diario, claro, y también de ese otro recorrido maravilloso por las calles vacías de Roma (no sé si era ferragosto) con esa vespa que iba como flotando. Y esto no es una metáfora, ES la esquizofrenia. Aunque debo confesar que por el momento me divierte :) Por cierto hoy aquí es fiesta también como en Castilla León, en concreto la fundación de Vietnam por los reyes Hung, una bonita historia que debería contar...
Hola, ayer te mandé un comentario anónimo que se perdió en el limbo.
Celebro que la nube de ceniza no te obligara a hacer la vuelta en autobús.
El video parace una secuela oriental y con tiempo nublado de "Mad Max". Hay un tipo que da el intermitente. ¿Para qué lo hace? Me imagino que para soltar adrenalina o cachondearse, como los del claxon.
El cruce, espectacular.
Un fuerte abrazo
Qué bueno, tío. Lo mejor las intersecciones, y el librepensador ese que se pone a cruzar con bolsas en la mano. Hace falta narices.
Es gracioso pero cada vez que lo veo me doy cuenta de algún nuevo incidente. Lo del tipo del intermitente (ni idea, puede que lo tuviera estropeado o fuera para confundir tipo cláxon) y lo libre pensador cruzando al que casi nos llevamos por delante... Pero es la única manera de cruzar. Como leí por ahí es como Moisés atravesando el mar Rojo. Uno se pone a cruzar muuuy despacio y las motos se van abriendo a ambos lados. Es un acto de fe. También me hace gracia ahora el "momento" del cruce en el que pasa o el todo terreno o nosotros. Y pasamos nosotros. Las motos por ahora son respetadas...
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