Monday, September 20, 2010

ÚLTIMOS FLASHES SOBRE TOKIO - 東京に点滅

Con esta entrada doy por terminado mi ciclo japonés (hasta el próximo). Esto corre el peligro de convertirse en un blog nipón y Vietnam pide paso a ritmo de motocicleta visceral y ruidosa. 

Akihabara. Sencillamente un barrio de adolescentes con problemas de sociabilidad, de adultos buscadores de fantasías inefables, de frikis de todos los pelajes y colores, de curiosos en busca del último televisor en cuatro dimensiones (es broma pero allí los televisores en "dos" dimensiones están ya casi casi obsoletos). Doce de la noche y una cola inmensa de gente esperando a la puerta de un centro comercial de videojuegos. Estrenan la decimoquinta versión de un videojuego de colegialas locas que juegan a convertirse en serpientes maquiavélicas en un bosque galáctico con Koji Kabuto de Rey León. O algo así. Hago una traducción imaginativa del japonés. Cientos de personas. Una organización perfecta para atender a adolescentes (algunos no tanto) que con mirada perdida y miope aguantan pacientes la cola para pagar la broma a cincuenta euros al cambio. El primero levanta los brazos y le hacen fotos.

El barrio alberga curiosidades en cada esquina. AKB48. Curiosamente el edificio en cuyo octavo piso actúa este grupo se llama don Quixote. Un grupo formado sólo por chicas que van rotando en tres "equipos" de dieciséis cada una. Así pueden actuar todos los días al menos una vez. Sí, todos los días. Y creedme, se llena. Ah, no, yo no fui. Contra lo que pudiera parecer al ver el video el público no son niños de primaria. Para dar idea del fenómeno "social" del grupo en mayo de 2010 sacaron un single (el número 16 de su carrera musical) y tan "sólo" vendieron cuatrocientas mil copias el día que salió al mercado.












Visito el museo Ghibli en los alrededores de Tokio. Una peripecia llegar hasta allí. Recrea  el Estudio del mismo nombre fundado por Hayao Miyazaki (宮崎 駿)  en 1985. Creador de "La princesa Mononoke" o la increíble "El viaje de Chihiro" entre otras. De pronto veo en un fotograma a Seita con su hermana Setsuko. La niña tiene un aire que me recuerda a Marco. "La tumba de las luciérnagas". Su película más impactante. Una historia demoledora en dibujos animados (no es para niños) sobre dos huérfanos en el Japón en llamas y en ruinas del verano de 1945. Nunca la olvidaréis si llegáis a verla.





La torre de Tokio. La vista nocturna es algo increíble. Parece que Harrison Ford va a aparecer de un momento a otro buscando a Sean Young. Miríadas de rascacielos con sus luces rojas parpadeantes rodeando literalmente a la torre. Me quedé con ganas de subir hasta el piso más alto pero la cola era de hora y media. Me viene a la memoria una de las frases finales del replicante Roy antes de morir: "He visto rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser." Siempre la había visto de color rojo en las fotos pero de noche la iluminan de colores diferentes. Es más alta que la torre Eiffel y más ligera (6.000 toneladas menos) pero un francés nunca os lo dirá. Un tercio del acero de sus huesos viene de tanques americanos "jubilados" de la guerra de Corea. Más de ciento cincuenta millones de visitantes desde que se abrió en 1958.







Meiji Jingu (明治神宮) Un oasis verde en el centro de la ciudad. La verdad es que hay muchos. Éste es especial. Está dedicado al emperador Meiji que murió en 1912 y a su esposa la emperatriz Shoken que murió dos años más tarde. Sus tumbas están en Kioto pero los japoneses decidieron recordar sus virtudes para siempre en Tokio y donaron más de cien mil árboles desde todos los rincones del país. El bosque se inauguró en el corazón del barrio de Shibuya en 1920 y todos sus árboles fueron plantados por voluntarios. Hay un altar en su memoria. El emperador, que abrió Japón al mundo moderno, llegó a componer cien mil waka (poema tradicional japonés de 31 sílabas) y la emperatriz cerca de treinta mil.

Aquí vi uno de los trajes de novia tradicionales japoneses. Bellísimo como podéis ver. En el altar de los emperadores se celebran bodas todas las semanas. Y las novias caminan como de puntillas, ligeras y etéreas entre el verdor y los turistas sonriendo tímidamente como sólo una japonesa sabe hacerlo.

http://www.baxleystamps.com/litho/ogawa/ogawa_cap_1st_emperor-1.jpg


El viento de las hojas que caen (Emperador Meiji)

Muchas lluvias son necesarias 
Para colorear las hojas de los arces 
En forma perfecta 
Pero un sólo golpe de viento 
Las sopla y se las lleva











Para terminar imágenes al azar de Tokio. Uno no se cansa de mirar. A la gente que se duerme en cada esquina. A los "cosplay" que se pasean por la entrada del barrio de Harajuku. A los cientos de jugadores de pachinko (una especie de tragaperras en versión japonesa) en las salas que aparecen en calle sí calle no. A las pantallas de plasma gigantescas que cuelgan de los rascacielos. A la señora que medita en un parque de Ginza. Al extraño color del amanecer cuando a uno le espera un avión en Norita. A la ciudad inmensa y cambiante que trata con todas sus fuerzas de que el visitante no la olvide.



Friday, September 3, 2010

SEVILLANAS FLAMENCAS EN TOKIO - 東京フラメンコ

Desembarco en el centro de Tokio. Y en mitad del enjambre humano y de neones un rincón "español". Pero ojo. Con truco. El único español que estuvo allí aquella noche fui yo. Hasta arriba de japoneses. Y comienza un espectáculo flamenco. El cantaor, un tipo  genial se llama Keigi y la bailaora principal Mamiña. Algún día alguien debería hacer una tesis doctoral sobre la fascinación de los japoneses por el flamenco. Hay muchos locales de este tipo repartidos por todo Tokio y en otras ciudades de Japón. Los propietarios son japoneses y ningún español casi nunca ni detrás ni delante de la barra. Es como si en Madrid en el barrio de Arganzuela o en Valladolid en las Delicias hubiera locales para recrear la ceremonia del té y allí la peña estuviera en kimono o jukata, haciendo reverencias a derecha e izquierda y lo único que pudieran recordar en japonés fuera sayonara baby o arigato gozaimasu y de repente alguien se pusiera a recitar haikus. Bueno, en el restaurante los únicos que iban con atuendos flamencos eran los artistas, tampoco es que la gente fuera con fajines y peinetas, pero eso sí, la cantidad de manzanilla que un japonés, aparentemente con un cierto autocontrol puede llegar a beber, está a la altura de cualquier abrazabarras de Chiclana. 


La comunicación era en japonés o en inglés. Alguna palabra en español. No muchas. Pero te pueden recomendar el mejor bar de tapas de Jeréz o un garito de flamenco en Sevilla sin pestañear. Os dejo este impagable video. El local, insisto, lleno de carteles de la feria de Huelva y de vinos de Domecq. No sé si Keigi comprende muy bien lo que canta pero entendérsele se le entiende todo y el "arte" que le pone hace el resto. Por cierto, la única vez que visitó España fue hace veinte años.







Mi guitarra esta cansa
cansaita del camino



cansaita del camino
 mi guitarra esta cansa
cansaita del camino bis
cansaita del camino,
esta llenita de polvo
de salpicones de vino
y esta llenita de polvo
de salpicones de vino




     
Como un pordiosero
yo voy haciendo el camino
yo voy haciendo el camino
y es por que te quiero, Rocío




Guitarra dímelo tú
Dímelo con tu sonido

Dímelo con tu sonido
Guitarra dímelo tú
Dímelo con tu sonido
Guitarra dímelo tú
Con tu sonido
 Dímelo con tu sonido
Porque está sola la virgen
Cuando termina el Rocío
Porque está sola la virgen
Cuando termina el Rocío

Como un pordiosero
yo voy haciendo el camino
yo voy haciendo el camino
y es por que te quiero, Rocío


Cuando salga la luna
Yo voy a verte

Yo voy a verte
Cuando salga la luna
Yo voy a verte
Cuando salga la luna
Yo voy a verte

Yo voy a verte
Ay porque el sol ma alumbra
Pa no perderte
Ay porque el sol ma alumbra
Pa no perderte

Como un pordiosero
yo voy haciendo el camino
yo voy haciendo el camino
y es por que te quiero, Rocío

A mí me gusta escuchar
El cante de los romeros

El cante de los romeros
A mí me gusta escuchar
El cante de los romero
Y corazón rocieros


Como un pordiosero
yo voy haciendo el camino
yo voy haciendo el camino
y es por que te quiero, Rocío