Friday, August 26, 2011

MI TALLER DE MOTOS EN HANOI - ハノイのバイクショップ

Hay un taller, por llamarlo de alguna forma, al que llevo cada mil kilómetros más o menos la moto para que le cambien el aceite y le enchufen una manguera que la limpie el polvo de la ciudad. Con el jefe del taller, un chaval entrado en años con camiseta blanquinegra (por aquello de las manchas), me entiendo con alguna palabra vietnamita mal pronunciada y con muchos gestos. Aquí no se negocia el precio y son honrados, no me cobran más por ser extranjero, como pasa en algunos sitios. Un cambio de aceite son sus religiosos dos euros y medio.

Mientras realizan la operación me invitan a un té en unas tazas no demasiado limpias por decirlo suavemente. Al fondo aparece una señora que lava sobre el suelo del taller unos platos (éste como veréis es un tema recurrente). Al otro fondo hay un chamizo donde se ha instalado entre tubos de escape un lugar donde dormitan varios operarios. Mi taller de motos es un microcosmos del país donde se puede tomar pho bo, beber un té, dormir la siesta y si te animas, hasta te tunean la moto con el color y hasta con el escudo de tu equipo de fútbol favorito. Les digo que en este caso no hace falta. De mi taller siempre salgo sonriendo por lo que veo allí cada vez que voy. Siempre salgo sonriendo con mi moto de un blanco impoluto recién lavada a la búsqueda del tráfago de Hanoi.