Thursday, October 14, 2010

LAS CAMPANAS DE HANOI - ハノイの鐘

Estoy aquí sentado. Junto a la catedral de San José. En el mismo epicentro de Hanoi, mi terremoto asiático. Rodeado de cafés bulliciosos (estoy en uno de ellos de esos de sillas de plástico incómodas pequeñitas que al levantarte tienes que rezar para que la sangre vuelva a circular por las piernas), tiendas de recuerdos, restaurantes para expats (así nos llamamos los de fuera) y el tráfico incesante. Son las diez de la noche y hemos quedado aquí. Como casi siempre. Junto a la catedral. Y escucho las campanas. La catedral de Hanoi. Y todo vuelve a ser un poco irreal. Sí, me repito. Lo sé. Pero es así. Cerrad los ojos e imaginaros en el centro de Hanoi rodeados de ojos delgados y de gestos extraños y de repente un repicar de campanas señalando que el tiempo pasa atraviesa el aire de treinta grados de la noche indochina mientras os bebeis un té con hielos de aguas inseguras. Os aseguro que es magia. Y además mañana es mi cumpleaños (no es la fecha de esta entrada). Por primera vez tan lejos de mi casa, de mi familia y de mis amigos de siempre. Sus piedras son de 1886. Abrió sus puertas por primera vez el día de Navidad de ese año. Neogótica. Conocida entre los vietnamitas como Nha Tho Lon. Son las diez y un minuto en este noche nada otoñal. Las campanas devienen silenciosas de nuevo y unos niños corren delante de la fachada mientras dirijo mis ojos a sus torres oscuras.